Si trabajas por cuenta propia, los impuestos pueden representar una carga significativa en tus ingresos. Sin embargo, comprender su funcionamiento te permitirá gestionarlos de manera más eficiente y beneficiarte de las deducciones y bonificaciones disponibles.

En este artículo, desde tu asesoría online de confianza, te proporcionamos consejos prácticos para optimizar el pago de impuestos como autónomo, aprovechando al máximo las oportunidades fiscales que la ley ofrece.

Impuestos principales que debe afrontar un autónomo

Antes de analizar las estrategias para pagar menos impuestos, es importante conocer los tributos que deben pagarse como profesional independiente.

  • Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). El IVA es un tributo indirecto que los autónomos deben incluir en sus facturas y declarar trimestralmente mediante el modelo 303. Aunque el impuesto es abonado por los clientes, los autónomos tienen la responsabilidad de gestionarlo, declarando tanto el IVA repercutido como el soportado. En España, las tasas de IVA son del 21 % (general), 10 % (reducido) y 4 % (superreducido), según el tipo de producto o servicio ofrecido.
  • Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El IRPF es un tributo directo que grava la renta de los autónomos. Se presenta mediante pagos fraccionados trimestrales (modelo 130), los cuales adelantan una parte de la obligación anual declarada en la Declaración de la Renta. Las facturas suelen llevar una retención del 15 % en concepto de IRPF, aunque durante los primeros años de actividad se aplica una tarifa reducida del 7 %.
  • Otros impuestos. Además, los autónomos pueden estar sujetos a tributos locales, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) si poseen un local, o el Impuesto de Circulación (IVTM) si usan un vehículo profesional. En algunos casos, también pueden aplicarse impuestos especiales, como el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), que afecta a quienes superan el millón de euros en ingresos anuales.

Consejos para pagar menos impuestos como autónomo

Si deseas pagar menos impuestos, considera las siguientes estrategias:

1. Beneficiarte de la tarifa plana

Una de las mejores maneras de reducir costes iniciales es aprovechar la tarifa plana para nuevos autónomos, que permite pagar 80 euros mensuales durante el primer año de actividad.

En el segundo año, esta tarifa se mantiene si los ingresos netos no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Posteriormente, la cotización se ajusta según los ingresos reales.

2. Incrementar la base de cotización

Elevar tu base de cotización puede parecer un gasto adicional, pero a largo plazo ofrece beneficios, ya que permite deducir mayores aportaciones en la base imponible del IRPF y mejorar prestaciones futuras como la jubilación.

3. Contratar seguros profesionales

El seguro de responsabilidad civil o el seguro de salud para autónomos son gastos deducibles en el IRPF. El límite de deducción en seguros de salud es de 500 euros por persona cubierta o 1.500 euros en caso de personas con discapacidad.

4. Deducir gastos relacionados con la actividad

Identificar los gastos deducibles te permitirá reducir la base imponible. Algunos ejemplos comunes incluyen:

  • Suministros: Si trabajas desde casa, puedes deducir un 30 % de los gastos de luz, agua, internet y gas proporcionales al espacio utilizado para el trabajo.
  • Dietas y desplazamientos: Los gastos en comidas, transporte y alojamiento vinculados a la actividad profesional son deducibles, siempre que dispongas de las facturas correspondientes.
  • Material y equipos: Elementos como ordenadores, impresoras y mobiliario de oficina pueden deducirse si están directamente relacionados con la actividad.

5. Escoger el régimen de tributación adecuado

Al iniciar la actividad, es posible elegir entre dos sistemas de tributación: estimación directa (normal o simplificada) y estimación objetiva (módulos). Dependiendo de tu tipo de negocio y nivel de ingresos, uno puede resultar más beneficioso que el otro.

6. Aportar a planes de pensiones

Las aportaciones a planes de pensiones permiten reducir la base imponible hasta 1.500 euros anuales. Desde 2023, los autónomos pueden aportar adicionalmente 4.250 euros a un plan de pensiones simplificado, lo que permite deducirse hasta 5.750 euros. Esto no solo optimiza la carga fiscal, sino que también asegura una mejor jubilación.

7. Evaluar la creación de una sociedad

Si tus ingresos superan los 40.000 euros anuales, constituir una Sociedad Limitada (SL) puede ser conveniente, ya que el tipo impositivo es fijo y no varía según los beneficios, como ocurre con los autónomos. Te contamos las diferencias en este artículo sobre Autónomo o Sociedad Limitada: diferencias.

Consultar con un experto en fiscalidad como AsesoIdea te ayudará a determinar si esta opción es la más adecuada para tu caso.

En resumen, optimizar el pago de impuestos como autónomo puede marcar una gran diferencia en tu economía. Aplicando estrategias como aprovechar bonificaciones, deducir gastos y elegir el régimen fiscal más conveniente, puedes pagar menos impuestos de manera legal y eficiente, impulsando así tu negocio.

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